La cerámica es un producto sintético, probablemente el primero que el hombre fabricó, que se ha utilizado desde la antigüedad. La cerámica tradicional está hecha a partir de las reacciones térmicas de las arcillas, que se transforman en otros productos estables e indeformables: es lo que se llama cerámica de silicatos, para diferenciarla de ciertas cerámicas modernas hechas a partir de otras materias primas.
Así pues, una cerámica tradicional es una mezcla de arcillas (material plástico cuando está mojado) y otros minerales o productos no plásticos, normalmente visibles como granos de arena, conocido como desengrasante. Durante la cocción a temperaturas relativamente elevadas (normalmente por encima del 800 º C), las arcillas reaccionan entre sí y, a veces, con los granos de desengrasante, dando lugar a nuevas fases minerales, duras, compactas e indeformables, que constituyen la pieza cerámica. A veces, las cerámicas tienen un acabado en forma de un barniz, un engobe o un vidriado (o combinaciones de ambos), que las hace impermeables, brillantes y permite una decoración más o menos sofisticada.
El análisis de las fases desarrolladas permite establecer datos relativos a la cocción (una aproximación a la temperatura alcanzada, por ejemplo), mientras que la observación microscópica de la cerámica permite establecer datos de las técnicas empleadas en su formación (acción de dar forma), el proceso de secado, los acabados, etc. Del mismo modo, el análisis de las capas de acabado permite adquirir información relevante sobre las técnicas de producción, los materiales empleados, los procesos de cocción (doble, única…), al tiempo que aportar datos para su conservación y eventual restauración. O tratamiento, en caso de cerámica arquitectónica destinada a decoración interior o exterior.
La experiencia de Patrimoni 2.0 en el estudio de cerámica es muy amplia y arranca en proyectos de investigación sobre tecnología de cerámica histórica desarrollados desde 1984. La enorme lista de publicaciones técnicas sobre este tema permite asegurar una calidad de la información alcanzada y una respuesta a la mayoría de preguntas y cuestiones que se puedan formular en este tipo de material.