Vidrio

El vidrio es un producto que se ha fabricado desde la antigüedad, incluso existe en la naturaleza (la obsidiana, por ejemplo). La composición del vidrio es determinante para entender su comportamiento, especialmente el fundente usado para su fabricación. Por otra parte, en la tecnología del vidrio antiguo se han desarrollado procesos que hoy en día se consideran de rabiosa actualidad, como la creación de nanoestructuras que en la Edad Media dieron lugar a los vidriados cerámicos de reflejo metálico o los cristales amarillos o rojos de los vitrales.

Patrimoni 2.0 dispone de una amplia base de conocimientos para la caracterización del vidrio desarrollados a lo largo de varios proyectos de investigación, desde el análisis de su composición (la cual determina su comportamiento en condiciones de intemperie), hasta el establecimiento del estado de conservación y los procesos de degradación que han tenido o tienen lugar. De esta forma es posible proponer los procedimientos y productos de restauración más adecuados y compatibles con la propia naturaleza del vidrio y el ambiente en el que está.

La grisalla es un vidrio opaco (negro) depositado sobre el vidrio de color, que se vuelve a poner al horno para facilitar la adhesión entre ambos: obviamente, la grisalla ha de fundir a menor temperatura, por eso suele llevar una cantidad importante de plomo como fundente. A la izquierda una grisalla parcialmente desprendida, a la derecha, un sección de vidrio y grisalla: la difusión del color claro de la imagen corresponde a la volatilización de plomo durante la cocción y posiblemente, también en la lixiviación posterior. Vidrios de los vitrales del rosetón del transepto de la catedral de Tarragona.
Teselas de vidrio de un mosaico modernista parcialmente degradadas. Abajo, imagen de la superficie obtenida en microscopía electrónica de rastreo donde se puede ver el patrón de degradación causado por la desvitrificación asociada a la lixiviación de ciertos elementos del vidrio.
Algunos vidrios rojos están hechos mediante la difusión de cobre desde una de las superficies durante un segundo proceso de cocción después de la fusión inicial: el cobre difunde hacia el interior en intercambio con potasio y sodio y cristaliza en forma metálica de tamaño nanométrico. Se forma, por tanto, una capa nanoestructurada.
Arriba, imagen de microscopía electrónica de barrido en la que se aprecia la difusión de cobre en el cristal.
Abajo: imagen de microscopía electrónica de transmisión en la que se pueden ver los cristales redondeados de cobre, de tamaños entre 7 y 15 nm.